"Mateo 6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz.
23 Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará sumido en tinieblas, y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¿cuánto más no lo serán las tinieblas mismas?"
¿Cómo te has levantado hoy? ¿Con una visión optimista y esperanzada de éste día… o todo lo contrario? ¿Sabes qué? Hubo un tiempo en que yo lo veía todo negro… negrísimo, por situaciones de la vida, la soledad fue mi compañera en la infancia, viví experiencias traumáticas tanto en la infancia como en la adolescencia que me marcaron, yo que era una niña simpática y alegre, me volví una chiquilla muy cerrada, tímida en extremo, triste e introvertida.
Herida de rechazo gravemente, acomplejada porque me sobraban quilos y llevaba gafas, confusa en cuanto a mi identidad sexual, marginada por mi “extraña” personalidad, caí en las garras del ocultismo… y ése fue el desencadenante que me llevó al borde del abismo en el cual permanecí por años y del que sólo pudo rescatarme Dios.
Sí… me convertí al Dios vivo genuinamente… pero ahí empezó otro tipo de lucha… a muerte por mi mente. Pasé años luchando con pensamientos de rechazo, malos pensamientos, recuerdos, resentimiento hacia quienes tanto me habían dañado, luchando por perdonar… por olvidar.
Con los años y la mayor proximidad con Dios he ido venciendo en áreas y aprendiendo a reaccionar cada vez más deprisa ante ciertos ataques enemigos, y a contra-atacar con el espíritu contrario…, hoy siento que hay personas que necesitan que cuente ésto... así que si es tu caso.. ¡Atiende!
Recuerdo un retiro para mujeres al que acudí… mi primer retiro espiritual para sanidad interior, y que nada más llegar tenía ganas de salir corriendo, me sentía sola, abandonada, todas hablaban con todas porque se conocían de otros retiros, pero yo apenas conocía a alguien de mi recién conocida iglesia y me quedaba en un rincón sola, con un nudo en mi garganta y luchando por no llorar.
En mi interior sentía una lucha… por un lado un deseo irresistible de salir corriendo y esconderme, y por otro un impulso a acercarme a la gente y saludar, presentarme, conocer gente… ¡qué mal lo pasé! Al final del retiro había conseguido saludar a algunas mujeres, tener cortas conversaciones y llorar mucho en cada plenaria…y en las alabanzas, Dios me estaba liberando.
Aprendí en el transcurso de los años y en muchas charlas con Dios que lo que debía hacer en momentos así… era mirar Arriba, o sea, pensar en cómo reaccionaría Jesús en mi lugar, y para ello me vi sumergida por años en una lectura intensa de la Palabra de Dios (la Biblia), en estudios bíblicos (inste, Ici, etc) y en fijarme mucho en el comportamiento de Jesús, y me di cuenta de que Él siempre fue muy activo, dispuesto siempre a ayudar, a acercarse a la gente, a pensar lo bueno y a hacerlo, a dar oportunidades, a ser cercano y accesible, nunca tuvo una actitud pasiva, ni egoísta, nunca se centró en Él mismo.
Jesús ha sido mi ejemplo siempre… aunque por años imitaba a los “hombres y mujeres de Dios” que me lideraban, pero también aprendí que ellos también son humanos y fallan, que si me apoyo en ellos y ellos caen… pueden arrastrarme a mi también en su caída, y por tanto… tengo mis ojos puestos en Jesús y ¡¡sólo en ÉL!!... sigo aprendiendo día a día de mi Maestro Maravilloso, e intentando aprovechar cada oportunidad que me ofrece para ser Luz y Sal, para ser bendición… y seguir sus enseñanzas.
Así que… si tengo un día torcido y me levanto tristona… ( a veces nos pasa a tod@s) me pongo alabanzas, y empiezo a dar gracias y adorar al Señor…, a orar, a leer las Santas escrituras en voz audible… ¡y se me pasa!
Si alguien no me saluda… no pienso “uf otro día que no me saluda… ¿estará enojad@ conmigo?” “¿será que no le gusto?” ¡NO!… voy y le saludo yo y le bendigo… y si se da el caso y es una mujer, le doy un par de besos, le pego un abrazo de los míos (intenso), le doy una palabra de ánimo… o lo que sea dirigida a hacer… y siempre veo una sonrisa en su rostro… y siento a Dios sonreír en mi interior
Sal de tu circulo cerrado…no tengas una actitud de espera, muévete tú, saluda, abraza, besa, sal a la calle no te quedes encerrad@, relaciónate, pídele ayuda al Señor y actúa.
¿Sabes? Esos pensamientos que tienes a veces que te hacen sentir mal, que te hacen pensar mal de los demás, que te aíslan y te entristecen, que te hacen sentir rechazad@… no son tuyos, ni son de Dios por supuesto, son del enemigo de nuestras almas, de aquel que pasará la eternidad atormentado en el lago de fuego, y lo mejor ante éso es hacer todo lo contrario…
Orar renunciando al rechazo, al aislamiento, a los malos pensamientos, a la amargura, al enojo y la ira, al rencor, a la tristeza, a la soledad, y a todo lo que te quiere separar del “cuerpo de Cristo”, y hacerlo a diario, te ayudará a debilitar los ataques, esfuérzate en ser alguien que perdona, bendice, ama… y ¡DA!
Y si alguien te “mira mal” puede que sea porque le salió un “orzuelo” , o porque tiene dolor de cabeza, porque está triste, porque tuvo un mal día, porque se encuentra mal, ¡por mil cosas que no tienen que ver nada contigo!.. .así que… acércate y bendícele, ¡seguro que lo necesita!
"Lucas 6:41 ¿Por qué miras la brizna que está en el ojo de tu hermano, y no notas la viga que está en tu propio ojo?
42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja que saque la brizna que está en tu ojo, no viendo tú mismo la viga que está en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claramente para sacar la brizna que está en el ojo de tu hermano!
43 No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno.
44 Cada árbol es conocido por su fruto: No se recogen higos de los espinos, ni se vendimian uvas de la zarza.
45 El hombre bueno, del tesoro bueno del corazón saca lo bueno, y el malvado, del malo saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla su boca." (BTXT)
¡¡RECUERDA... SI TÚ ESTÁS CON DIOS... ÉL SIEMPRE ESTARÁ CONTIGO... AUNQUE NO HAYA NADIE MAS!!
Gely Verjuan
Escribir comentario