"SEMBRANDO..."

Un@ no se hace una idea de lo duro que es hacer algo... si nunca lo ha hecho, éso mismo nos ocurre cuando leemos el verso de la imagen sobre éstas líneas, pensamos que éso de sembrar es como ir paseando por un campo y mientras... vas arrojando las semillas, pero es mucho mas que eso...

 

Los que trabajan en el campo saben lo que significa... lo duro que es, madrugar mucho y acostarse por la noche agotado, pasarse el día trabajando la tierra, limpiándola, rompiéndola, abriendo surcos en ella... sembrando la semilla, y luego vigilándola para que las aves no se la coman...

 

Clamando por lluvia para que pueda germinar el grano, por sol para que crezca, por clima idóneo sin granizo ni sequía, sin heladas... para que no se estropee la cosecha... y si todo va bien...

¡a cosechar!...

 

Son meses los que transcurren desde que se empieza a preparar la tierra limpiándola de malas hierbas hasta que se recoge por fin la ansiada cosecha..., hay mucho esfuerzo empleado en ella, mucho cansancio, mucho calor soportado, y mucho frío también... porque se cosechan distintas cosas durante todo el año...

¡no es nada fácil ni cómodo!

 

Ahora... si nos vamos al área espiritual y leemos el texto ya citado, vemos que en él Jesús nos dice que sembremos... aunque también nos explica lo que ocurrirá con la cosecha, parte de ella se perderá, pero lo que Él nos pide es que sembremos... porque el resultado de la misma es cosa suya... 

 

 

No... sembrar no es cómodo, ni es fácil, cuesta esfuerzo, sudor y lágrimas, morir a un@ mism@ y a sus propios deseos, humillarse, pegarse a Dios (si no siembras con Él no habrá vida en la cosecha) y trabajar... día y noche, AUNQUE NO VEAMOS NADA.

 

Y hay que ser cuidados@... porque si siembras mal... la semilla será multiplicada, la cosecha siempre es la multiplicación de lo sembrado... sea trigo o sea cizaña..., PERO NUESTRO TRABAJO ES SEMBRAR... NO HACER BROTAR LA COSECHA, éso sólo lo hace DIOS.

 

Para poder tener una buena cosecha, hay que aprender a sembrar con un experto, observar cómo hace, escuchar sus consejos, imitar sus actos, aprender a observar el cielo y adelantarse a la nevada, a la tormenta, a la sequía... y paliar todo lo posible las consecuencias, proteger lo sembrado al máximo.

 

Así mismo hemos de hacer con la siembra espiritual, HAY QUE PEGARSE AL DADOR DE LA COSECHA, hay que orar mucho cada día, y también actuar de manera que la siembra sea protegida, regar lo sembrado con amor, con buenas acciones, devolviendo bien a cambio de mal, perdonando, dando oportunidades, mostrando con nuestras vidas que no sólo creemos lo que decimos, porque tambien los demonios creen (Santiago 2:19), sino que lo vivimos.

 

Sé que es duro... créeme... lo sé bien, pero he visto el resultado de llevarlo a la práctica, de perdonar, de bendecir, de devolver bien a cambio de mal... y te aseguro que vale la pena, pues tras el sufrimiento de la siembra  y el trabajo de protegerla... tras la larga espera... viene el GOZO de la cosecha!!  :)

 

Parece que nunca vaya a llegar, que a ti sólo te haya tocado en ésta vida llorar y sufrir, pero llega el día en que el TIEMPO DE DIOS  se cumple, y sale a la luz la cosecha... ves los primeros brotes verdes y tu corazón salta de gozo, y entonces escuchas esa voz que conoces tan bien, dulce y llena de Paz... ¡¡Gózate hij@... llegó la cosecha!!

 

No te canses de sembrar, no te canses de regar, ni de vigilar tu campo, no te canses de prevenir las tempestades y paliar sus efectos, mantente alerta, despiert@, ... y prepárate para la cosecha, hazte con herramientas, depósitos para guardar el grano y manos para recoger la cosecha... porque viene... ¡¡y será muy grande!!

 

Gálatas 6:9 "No nos cansemos pues de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no" desfallecemos". 

 

 

¡¡ÁNIMO COMPAÑER@ DE SIEMBRA... LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR!!

 

I  ♥ DIOS