¿Dónde pones tu mirada?

Colosenses 3:1-3 "Si pues fuisteis resucitados juntamente con el Mesías, buscad las cosas de arriba, donde está el Mesías sentado a la diestra de Dios. 

 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 

 Porque ya habéis muerto, y vuestra vida está escondida con el Mesías en Dios". 

 

1 Juan 2:15-17  “No améis al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne, la codicia de los ojos, y la soberbia de la vida, no viene del Padre, sino del mundo. Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.


Houston… tenemos un problema!!! Sí… lo tenemos… y serio!! Vivimos en un mundo corrupto donde nos bombardean los sentidos con deseos… muchas veces inalcanzables si deseamos vivir en santidad.


Modelos de vida incompatibles con una vida en Dios se nos presentan como “normales” y “lícitas”… nos empujan una y otra vez con ideas mundanas, carnales, egoístas y licenciosas… haciéndonos sentir como “tontos”… si no las seguimos, y es que vivimos en un entorno destinado al fuego eterno…


El problema es que a menudo no somos todo lo conscientes que debiéramos del peligro que corremos a diario, y es que a nuestra carne le encanta todo lo prohibido por Dios, el pecado, la satisfacción total de todo deseo sensitivo y sensual, porque no le importa lo más mínimo nadie que no sea ella misma…


Nuestra carne  grita exigiendo todo aquello que le reporte placer, sea comida, bebida, sexo, diversiones, vicios, juegos, todo aquello que desee luchará por obtenerlo con uñas y dientes, y como ya he comentado otras veces… lo que más alimentes… eso será lo más fuerte en tu vida y eso prevalecerá.


Pero hay algo más que afecta al resultado de la batalla continua que se libra entre la carne y el espíritu…

 

Gálatas 5: 16-17 “Digo, pues: Andad en el espíritu, y no satisfagáis los deseos apasionados de la carne. 

Porque la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu, y el espíritu a los de la carne, y éstos se oponen entre sí para que no prosigáis haciendo lo que deseáis”. 


Se trata de lo que entra por nuestros ojos…, lo que vemos… lo que capta nuestra atención y en lo que nos extasiamos, aquello que en lugar de provocarnos nauseas nos atrae como un imán, aquello que en lugar de provocar nuestra huida… nos hace correr pero hacia su consumación…


¿Por qué? Muchas veces es porque estamos enfocados en nuestros deseos… y no en los de Dios, en nuestras necesidades… y no en las de nuestros prójimos, en el reino terrenal que habitamos temporalmente y en sus moradores… en sus costumbres y en su “aparente” disfrute de las cosas  de éste mundo…, en lugar de estar enfocados en el REINO DE DIOS, que es nuestra verdadera patria.


Dedicamos más tiempo a mirar lo que ellos hacen que a mirar lo que la Biblia enseña , a hacer lo que ellos hacen que a imitar lo que la Biblia nos enseña, lo que Jesús vivió para dejarnos un modelo de conducta...

 

¿Dónde está puesta nuestra mirada? Hoy he sido confrontada por Dios en éste punto… y me he dado cuenta de que hay cosas que debo cambiar… mi enfoque debe cambiar, mi visión de mí misma y de mi misión en esta tierra debe cambiar…

¡¡Y emplearme a fondo porque el  tiempo se acaba!!


No sé tú que me lees cómo lo llevas… pero para mí… ¡¡No es nada fácil negarme a mí misma!! Mi carne grita y exige sin cesar… se cree con derechos a dirigir mi vida… pero si le he dicho a Dios que mi vida le pertenece a Él… pues… ¡¡ES ASÍ!! y quién manda es Dios… no mi carne… ¡¡DEBE MANDAR DIOS!!


Sí… sé que suena muy espiritual… es la teoría… es lo que quiero alcanzar… no es fácil, ¡¡Para mí es imposible…!! Supongo que igual te ocurre… estamos hechos del mismo barro… ¿el secreto? … ¿dónde pongo mis ojos?.... porque yo decido lo que miro…

 

Yo decido si enciendo la tele o no…, yo decido si apago el pc o no…, yo decido si obedezco la Voz de Dios o no…, yo decido si peco o no…, claro será más fácil decir que no… si me esfuerzo en buscar el Reino de Dios a cada momento…, no sólo cada día…, hablar con Dios continuamente… en un diálogo que se extiende y no tiene fin…


 Demostrarle que le amo con pasión empieza por obedecerle en lo pequeño que me pide… y seguir obedeciendo en lo que ya me cuesta un poco… y luego en lo que me cuesta un poco mas… y luego en lo que me cuesta un mucho… pero no yo… sino ¡Su Espíritu en mí!.


Mateo 6:33-34 “Buscad, pues, primeramente el Reino y la Justicia de Él, y todas estas cosas os serán añadidas. Y no os afanéis por el mañana, porque el mañana se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal”.


Poner alabanzas en lugar de la tele…, leer la Biblia en lugar de una revista del corazón…, ir a la iglesia en lugar de ir al campo o a la playa un Domingo, charlar con Dios en lugar de chatear con “amig@s virtuales”, ayudar a gente necesitada en lugar de comprar el ultimo modelito de moda…, vivir al estilo de mi  “Patria celestial” o al estilo de mi “Lugar de residencia terrenal temporal”… pueden definir mi presente y mi futuro.


Debo vivir y luchar un día a la vez… lo sé… pero… ¿Por qué cosas lucho? ¿Qué deseo alcanzar? ¿Qué metas tengo en la vida a corto y a largo plazo? ¿He muerto de verdad con Cristo y resucitado con Él a una nueva vida? ¿Deseo las cosas de arriba o las de la tierra? ¿Soy del Cielo… o no? ¿Busco mi felicidad o la de Dios? medito en éstas cosas hoy… me lo pregunto… ¿y tú?


¡¡Pregúntatelo!! No sigas viviendo por inercia… ser cristiano no es hacer o decir ciertas cosas… es SER, y si lo eres… debe notarse, debes sentir la necesidad de vivir a la manera del Cielo y aborrecer la manera de vivir terrenal… ¿Y…si no es así?


Habla sobre ello con Dios… medita en todo esto ante Él en oración… deja que la Palabra de Dios te hable… te sacuda los escombros… te remueva por dentro, ¿Eres un ciudadano del Reino de Dios?  Entonces no te conformes a la manera de vivir en ésta tierra corrupta… ve a Dios y ¡¡Recíclate!!


Romanos 12:2 “No os adaptéis al mundo, sino sed transformados por la renovación de la mente, para que comprobéis cuál es la voluntad de Dios: Lo bueno, lo aceptable y lo perfecto”.


1 Pedro 2:11-12 “Amados, os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo digna vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, a causa de vuestras buenas obras”. 


¡¡Mira arriba… Busca las cosas de arriba… lucha contra tus deseos… niégate a ti mism@...

 

ENFÓCATE EN DIOS Y SU REINO porque las cosas de aquí abajo arderán… y con ellas los que las amen!!

 

I  ♥ Dios

 

(Oro por ti... hazlo tú por mí... también lo necesito  ♥ )



 


 

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