¿Te quedaste de Piedra?

 Salmos 115:4-8: Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 
Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 

Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 
 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 
Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.  

 

 1 Samuel 15:23a: Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.

 

 Ezequiel 36:26: Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 


Qué fácilmente podemos deslizarnos y pasar de tener una relación viva y fresca con Dios a profesar una religión… ¿Qué diferencia hay? Bien… la religión es el intento del hombre por alcanzar a Dios con sus propios medios (buenas obras, penitencias, rezos, velas…), en cambio Dios desea que tengamos una relación con Él (comunicación espontánea, sincera y honesta, cotidiana y en fe) y para ello Él ya lo hizo todo...

 

Entregó a su Hijo Jesús para que pagara el precio del rescate  por nosotros con su propia vida... y resucitara en victoria... no podemos comprar la Salvación con nuestras obras ni sacrificios, sólo hay que aceptarla y recibirla por la fe.


Podemos degenerar sutil y lentamente si no ponemos cuidado, y caer de un lugar privilegiado en la Presencia de Dios a un lugar de desobediencia y rebelión, de obstinación carnal… y claro… las consecuencias no se tardan…


Y es que Dios no desea rezos (repeticiones de oraciones aprendidas y recitadas como loros) Él desea tener diálogo con nosotr@s para hacer crecer nuestra amistad y relación mútua, y diálogo quiere decir una conversación donde los dos hablan… y se escuchan…


Cuando caemos en la rutina, en la monotonía, orando por las mismas cosas sin poner el corazón en ello, como una “obligación” y no como un deleite, como algo que disfrutamos, corremos un terrible peligro… el de convertirnos en piedra, fíjate en los pasajes bíblicos arriba, la gente que profesa una religión es idólatra… y tiene las características de las estatuas… paralizados, sordos, ciegos, mudos, insensibles…


¿Pero te has fijado en que Dios dice que para Él la obstinación es como idolatría? Por tanto… los que andan en obstinación se endurecen… pierden sensibilidad y capacidades hasta parecer muertos… inmóviles…


Desobediencia viene precedida por la obstinación trayendo de la mano la muerte espiritual… no le damos el valor que Dios le da a la obstinación ni a la desobediencia, pero suelen traer frio al corazón, un frio mortal, que convierte nuestro corazón en dura y fría piedra… y paulatinamente, poco a poco, los que nos rodean dejan de interesarnos… de manera que dejamos de orar… perdemos la capacidad del quebranto ante Dios, ya no le sentimos… y nos alejamos…


No podemos permitirnos el ser obstinados… ni rebeldes…, si llevamos algún tiempo sintiéndonos sin ganas de orar, ni leer la Biblia, sin llorar ante Dios por otros, sin clamar por la salvación de las almas… es tiempo de hacer un reciclaje ante Dios, de pedirle que nos examine y nos muestre si nos hemos endurecido… si hemos caído en religión, en rutina, en costumbre, y hemos perdido la capacidad de quebrantarnos ante la grandeza de Dios, de asombrarnos ante su Amor, de agradecerle por lo grande y pequeño que hace cada día por nosotros…

 

 Romanos 12:2: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 

 

Es tiempo de renovarnos… y si se lo pedimos a Dios… sin duda lo hará… ¡¡Está deseándolo!! Vale la pena el esfuerzo, no te conformes con vivir una vida cristiana a medias, rechaza toda tibieza espiritual y pídele a Dios un corazón apasionado por Él…, no seas uno mas de la lista de los que se enfrían y dejan a Dios, aunque la maldad se multiplique… si estamos alertas y clamando a Dios… vivos y despiertos, involucrados en Su Reino… ¡¡No nos apartaremos de Él!!

  

 1 Juan 2:16: Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 

 

No nos confiemos… porque el que no teme caer… es el que está en peligro más serio de hacerlo…

 

 1 Corintios 10:12: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

 

Deja que Dios quite de tu vida el corazón de piedra… que te rompa y vuelvas a experimentar Su Amor, Su Presencia y Su Pasión por las almas…

 

Haz conmigo ésta oración, repítela en voz audible:

“Amado Padre Celestial… perdóname porque me he enfriado, he caído en rutina, hace tiempo que ya no te siento y mas que orar rezo…, perdóname porque mi fe se ha debilitado y me cuesta creer, mi comunión contigo se ha vuelto aburrida y estoy tibi@...


Me arrepiento de todo ello, te pido perdón por mi dureza y te pido que la rompas, tu Palabra dice que pondrás Tu Espíritu en mí, quitarás el corazón de piedra… y me darás un corazón de carne… por favor hazlo.

 

Rompe toda dureza en mi vida, toda insensibilidad, rompe la rutina en mi vida, quita la tibieza y enciéndeme de nuevo con Tu fuego… apasióname por Ti… y dame la voluntad, las fuerzas y la determinación que necesito para ser como Tú deseas que sea…, para ser constante y genuin@ en mi relación contigo… ¡¡Porque Tú no mereces menos!!


Hazme consciente de cuánto te necesito y ayúdame a serte fiel… como Tú lo eres conmigo, a desearte segundo a segundo en mi día a día, a tener hambre y sed de Ti y de todo lo que Tu desprendes, a buscar primero Tu Reino y Tu Justicia… pero hacerlo poniendo todos mis sentidos en ello… y escucharte, obedeciendo tus enseñanzas.


Ayúdame a estar activ@ en Tu Reino… sé que hay mucho por hacer y quiero ser parte activa en la salvación de almas, sirviéndote en las áreas en las que Tú deseas que lo haga… enfócame de nuevo, empújame a cruzar las puertas que deba y a enfrentar los retos que Tú me mandas… porque sé que no lo haré sol@.

 

Perdono a todos los que me han herido en algún modo y los libero, y al hacerlo yo también recibo liberación de rencores, amarguras, y odios, aunque no lo sienta… lo hago en obediencia y por amor a Ti Señor… y sé que Tú pondrás a Tu tiempo los sentimientos de perdón; gracias por perdonarme, por ser como eres, por amarme tantísimo sin merecerlo en absoluto, y por estar siempre para mí… ¡¡GRACIAS!!


Recibo por la fe todo lo que Tú tienes para mí en estos momentos, abre mis ojos Señor para que pueda ver como Tú ves, trae revelación a mi vida, enséñame a seguirte de cerca y a dejar que me corrijas en lo que lo precise, de tal modo que pueda alumbrar a todos los que se hallen en mi entorno mostrándoles el camino hacia Ti.


Confío en Ti… gracias porque sé que Tú me capacitas para poder cumplir con la misión que tienes para mi vida, que creas en mí el querer como el hacer y me guardas de todo tipo de mal…, te adoro en esta hora, te bendigo, te doy toda la Gloria que reciba en mi vida, y espero en ti…

Lo pido todo en el Nombre de tu hijo Jesucristo, Amén.”

 

¡¡Mira Arriba… permanece viv@ y activ@ en El Reino… no te vuelvas de piedra… y avanza… siempre con Él!!

 

I  Dios


 

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